Empieza la cuenta atrás

Almudena Morales. Fuenlabrada-Cada día son más las universidades españolas que se unen al nuevo plan de estudios, el plan Bolonia. Son muchas las características que cambian en las diferentes carreras con el nuevo plan de estudios. Las universidades combinan las licenciaturas con los grados.


La mayoría de las universidades han implantado ya el plan Bolonia, y las que quedan por hacerlo tiene como máximo el año 2010, para adaptar todas las titulaciones al nuevo plan.
La consecuencia que más está afectando a lo alumnos es el adelanto de los exámenes del mes de febrero a enero. Los estudiantes se quejan de que los exámenes se unen con las vacaciones de navidad, según una alumna de Turismo, Rebeca juzgado “cada vez tenemos menos tiempo para estudiar, y sobre todo en estas fechas”.

Pero este no es el único cambio, con el plan Bolonia, la convocatoria de recuperación de septiembre, se ha pasado a junio por lo que tan solo hay un mes de diferencia entre los últimos exámenes del curso y los exámenes de recuperación. Este tama ha dado de que hablar en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) cuyos alumnos ya se muestran agobiados con la escasa distancia de tiempo. En la licenciatura se contaba con todo el verano para poder preparar las asignaturas suspendidas, ahora se cuenta con un escaso mes.

Junto al estrés de los precipitados exámenes, se unen algunas otras características, como son la asistencia obligatoria a las clases, el incremento de las prácticas y menor número de clases teóricas, la reducción del título de cinco años en la licenciatura, a cuatro años en el grado, etc.
Las opiniones con respecto al grado son muy variadas, algunos profesores comentan que el nuevo plan creará estudiantes mucho más preparados y cualificados profesionalmente. Pero también hay otras opiniones negativas por parte de otros profesores que opinan que la universidad debe ser como siempre ha sido, que no es necesario obligar a los alumnos a venir a las clases ya que en la mayoría de los casos más que para preparar más a los alumnos solo se consigue alborotar las aulas y llenarlas de alumnos poco interesados en las clases.

En cuanto a los alumnos la gran mayoría se muestra descontento con el nuevo plan, las quejas sobre todo vienen por la obligación de asistir a las clases, ya que no lo creen necesario para aprobar. Hay alumnos a los que les resulta difícil compaginar las clases con sus trabajos, y ese problema nunca ha existido en las licenciaturas. Pero sin duda, el mayor número de quejas viene por las modificaciones en las fechas de los exámenes.