Envidia sana

La URJC también es un espacio de ocio para gente ajena a la Universidad
Raúl Muñoz Cerdeño. Fuenlabrada.-La universidad es, a menudo, un espacio repleto de jóvenes hormonas masculinas y femeninas que se citan por los pasillos de los aularios. Algunos van a estudiar, otros a ligar y otros tantos a fumar y esperar que alguien venga y los recoja del césped. Sin embargo, muchas personas no van a realizar ninguna de estas tareas. Su caso es curioso, acuden todos los días a la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) pero no van nunca a clase y no están matriculados. Tampoco trabajan allí, pero muchos de ellos conocen a varios profesores y algún que otro alumno.


Es frecuente verlos andar por las aceras del campus de Fuenlabrada. Se trata de todas aquellas personas que ven la universidad como un parque por el que poder pasear tranquilamente, ya sea andando, en bicicleta o de la mano del nieto.
Este es el caso de Antonio Jiménez. Acude todas las mañanas sin excepción alguna a su matinal paseo por la URJC. “Vengo todos los días a darme un paseo para estirar las piernas y creo que esta universidad es un gran parque en el que los jóvenes vienen a estudiar y otros como yo a andar”. Según Antonio Jiménez, él nunca tuvo la oportunidad de acudir a una universidad, “en mi época nuestras preocupaciones se centraban en otras cosas, en intentar comer casi todos los días por ejemplo”. Todavía le cuesta creer muchas veces lo que ve, “la sociedad ha evolucionado a pasos agigantados”. Ahora se dedica a observar con asombro la vida que llevan los jóvenes en la universidad.
Michel López también es otro de esos alumnos que no va nunca a clase. Él únicamente acude al campus para recorrer un par de veces sus alrededores. “Vengo tres días por semana a entrenar, necesito correr y creo que la carretera que recorre este campus es idónea, parece una gran pista de atletismo”.
Uno de los mayores reclamos para la gente que no estudia en la URJC son las instalaciones deportivas. De hecho sus ofertas deportivas van dirigidas tanto a estudiantes como a personas ajenas a la universidad. Ya no resulta extraño ver a hombres y mujeres jugando con sus hijos pequeños al pádel o personas de avanzada edad realizando ejercicios de mantenimiento en el gimnasio del Estadio Raúl González Blanco.
Encarna González y Silvia Herrera no faltan a su cita con la cafetería ningún viernes. Cualquiera podría pensar que se trata de dos profesoras que hablan distendidamente sobre sus clases con los alumnos. Pero en realidad son dos madres que esperan a que sus hijos terminen su entrenamiento de fútbol con el Juventud-URJC. “No existe una cafetería más cercana y la verdad es que no nos sentimos nada incómodas, mucha gente cree que somos profesoras y pasamos inadvertidas”.
La biblioteca también es un habitual lugar de encuentro para muchos estudiantes de la zona. La universidad se encuentra rodeada de varios institutos, lo que hace que muchos estudiantes de secundaria hagan uso de ella.
Pero sin duda alguna los días que más público consigue atraer el Campus de Fuenlabrada son durante las conocidas fiestas universitarias. Cientos de jóvenes se reúnen a la salida del metro y numerosos coches inundan el parking. “Ni siquiera hay sitio para aparcar mal” declaraba uno de los asistentes este mismo año.
A pesar de que todavía no cuente con un estanque con patos, un carril bici o merenderos, el campus de Fuenlabrada es para muchos un lugar más de ocio donde se puede ir a pasear, entrenar, estudiar y divertirse. Todo esto sin ir a clase.

2 comentarios:

  1. Vaya repork nos hemos markado x aki no? Increible titulo, simple pero atractivo, muy bueno.

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  2. Queda añadir que está sublime

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