Lorena Ramos Gálvez. Fuenlabrada.-Todo el mundo se sorprende cuando le dices que en la universidad donde estudias existe una capilla donde un sacerdote está dispuesto a dejar limpio de pecados a cualquier miembro universitario.
Pues sí, la Universidad Rey Juan Carlos es un ejemplo de universidad pública donde existe este servicio.
Si salimos fuera de las aulas a preguntar a los estudiantes sobre qué les parece que la religión esté presente en su lugar de estudio, un porcentaje elevado de ellos ni siquiera sabe que ese servicio existe.
La respuesta de otros tantos es la risa. Y bueno, como en todo, hay excepciones, y aquí encontramos alguna.
“Me parece estupendo, igual que existe una zona para practicar deporte por ejemplo, ¿por qué no puede haber una capilla? Llevo tres años estudiando aquí y procuro visitarla al menos una vez por semana”, dice Patricia Martínez, (estudiante de tercero de comunicación audiovisual.
Tras una hora escuchando respuestas de lo más variadas, la conversación con el sacerdote es de lo más interesante.
“La religión en la educación pública no es fácil, normalmente es rechazada automáticamente por la mayoría de los jóvenes de hoy en día”, dice el sacerdote.
La consecuencia más destacable de por qué una capilla donde ir a rezar pasa desapercibida entre los estudiantes, es, que como la religión no es algo que esté de moda entre los jóvenes, lo que hacen es ir a un sitio donde no se sientan rechazados por la mayoría, es decir, un sitio en el que haya confianza para expresarse y no preocuparse por el “qué dirán”.
La cuestión no es solo que en la Universidad exista una capilla. ¿Qué pasaría si se impusiera la asignatura de religión?
Esto es un amplio debate en la actualidad sobre si es posible una universidad con departamentos o facultades de Teología.
El Ministerio de Educación y Ciencia ha proclamado una orden que suprime esta posibilidad.
Sea como fuere, siempre, o al menos de momento, existirá esa rivalidad entre Estado e Iglesia.
La historia de la teología como disciplina universitaria ha sido objeto de fuertes críticas hasta el punto de llegar a ser eliminada.
Desde hace unos meses, se ven circulando por España unos autobuses ateos.
Ya se verán los resultados ya que vivimos en una España tradicional donde la religión católica tiene un peso importante en la sociedad.
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