"O te hacen director o ves que el tiempo se detiene"

Maximiliano Fernández Fernández, profesor, escritor y periodista

Laura Terciado Alonso, Fuenlabrada.- Maximiliano Fernández (Ávila, 1956), se crió en Las Berlanas, en la provincia de Ávila, Castilla y León. Es doctor en Sociología y en Ciencias de la Información. Ha sido profesor en las universidades Pontificia de Salamanca, Europea de Madrid, Católica de Ávila, Francisco de Vitoria y actualmente en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC). También ha sido redactor-jefe de El Diario de Ávila, subjefe de sociedad de El Independiente, director de la revista Ávila Semanal, jefe de prensa de la Diputación de Ávila y responsable de Relaciones con los Medios en el Departamento de Comunicación de Telemadrid. Hoy en día es director de www.sociedaddigital.es.

Pregunta. ¿Se nota mucho la diferencia entre vivir en Madrid y en una provincia tan pequeña como Ávila?
Respuesta. Yo he vivido en Madrid, pero fundamentalmente he ido y venido siempre. Se nota en el nivel de vida, en la tranquilidad. La vida en Ávila es más cómoda, hay menos retrasos, menos colas, los desplazamientos. Aunque ahora, con el coche, se hace todo mucho más llevadero. En cuanto a dar clase en un sitio o en otro, no es tanta la diferencia. Una vez que entras en la universidad, el cambio practicamente no existe.


P. ¿Considera que le supuso un problema para su formación el lugar en el que se crió?
R. No. En primer lugar, porque tuvimos buenos maestros en la escuelas nacionales de aquella época. Si tenías un buen maestro y una buena enciclopedia, aprendías muchísimas cosas. La educación que nos dieron a nosotros probablemente sea superior a la de ahora. En esa etapa, creo que es favorable estar en un lugar donde hay exigencias. El origen no afecta a la formación siempre que tengas claro que te quieres formar, que te gusta la vida académica y que hayas tenido suerte también con el profesorado.

P. ¿Y lo ha sido de cara a la vida profesional?
R. Es indudable que las ciudades pequeñas se tienen menos posibilidades. Estuve en el Diario de Ávila siete años y claro, o te hacen director o ves que el tiempo se detiene. Entonces vine a Madrid a El Independiente y empecé una trayectoria totalmente diferente en el periodismo. Y la universidad sucede otro tanto. Ávila tiene una pequeña universidad que tiene también sus limitaciones. Pero creo que cada cosa sucede en el momento oportuno y hay que saber coger la maleta cuando es preciso y aprovechar las nuevas posibilidades sin menospreciar lo que se ha hecho en otro tiempo.

P. Desde la postura de profesor y profesional, ¿cómo cree que se aprende más, estudiando en clase o practicando?
R. Yo creo que las dos cosas son imprescindibles. Se tiende mucho a decir que en la universidad se enseña poco y que luego uno aprende en la vida profesional. Las bases que se aprenden en la universidad son imprescindibles. El ejercicio también enseña, como en todas las profesiones. El día a día te hace mejor y te ayuda a ir siendo más profesional.


P. ¿Qué opina de aquello que dicen de que no se aprende de los libros?
R. Yo creo que sí que se aprende. Lo dirá un autor, lo dirán profesores, pero se aprende. La teoría, las bases, la historia, los estilos y géneros. Todo eso se aprende en los libros. Cuando fui a El Diario de Ávila yo era periodista. Incipiente, pero había aprendido en la facultad. Sabía cómo tenía que tratar una noticia, sabía cómo medir un texto. Luego te pones siete años a trabajar y se supone que tienes que conocer perfectamente el engranaje. Pero los conocimientos adquiridos me sirvieron luego mucho para El Independiente y éstos para El Mundo y todos me sirven para enseñar.

P. Bolonia potencia la parte práctica de los estudios. ¿Está de acuerdo con este plan?
R. Pues yo sí. Es un sistema debatido con el que no todo el mundo está de acuerdo, pero yo creo que es mucho más constructivo y mucho más positivo para el alumno, que aprende a trabajar, a investigar, a leer y a buscar por sí mismo las cosas. El problema es que tenemos muchísimos alumnos y es materialmente imposible. Pero en el medio se pueden hacer cosas muy buenas. Para mí, desde el punto de vista de la maduración del alumno y del trabajo, el sistema bolonia es bueno.

P. ¿Le vale a usted la pena enseñar sabiendo que muchos alumnos no acabarán la carrera o se dedicarán después al periodismo sensacionalista?
R. Ahí están muchas frustraciones de profesores y de alumnos. ¿Merece la pena? Sí. Porque siempre hay alumnos buenos y yo creo que la mayoría al final aprueban y lo sacan adelante. Aún así hay que partir de que no todo el mundo lo puede hacer o ni que lo quiere hacer.


P. ¿Qué opina de esos otros alumnos que se matriculan porque no les da la nota para otra titulación o porque piensan que es más fácil?
R. De eso somos conscientes, pero también de que hay gente que sale muy buena, que tiene mucho interés, que participa y que van a ser buenos profesionales. Hay que pensar en todos, pero los que le animan a uno a trabajar son los buenos alumnos. Un buen alumno satisface más que todos los que pasan.


P. ¿Usted cree que una persona se enriquece cambiando de puestos de trabajo o permaneciendo donde empieza?
R. Es algo que se hace mucho en otros países como Estados Unidos y aquí en la URJC hay muchos profesores que también han cambiado mucho. Desde luego el bagaje que se adquiere es muy positivo, muy enriquecedor, ese no te lo da el salir de la universidad, incorporarte a un departamento y seguir siempre ahí. Yo creo que enriquece más tener otras experiencias profesionales y universitarias te dan una visión mucho más amplia de conjunto. Es verdad que a veces la generalidad te hace perder en profundidad, pero los trayectos pues son largos y las odiseas tienen que enriquecernos.

P. ¿Cómo ha tenido tiempo con su trabajo para ponerse a escribir?
R. He publicado 14 libros. Yo duermo muy pocas horas, esa es una razón. Y también me paso muy poco tiempo frente a la televisión y tomando cañas en los bares. La verdad es que uno no hace mucha vida social, pero me gusta lo que hago y disfruto escribiendo. No es un sacrificio.

P. ¿Y cómo saca tiempo para ser también director de un periódico web, sociedaddigital.es?
R. Es un periódico modesto. Lo llevo con mi hijo y algunos amigos, sobretodo, pero él es quien más se encarga de ello. No queremos competimos, sólo hacerlo bien. Considero que hacemos periodismo clásico.

P.Ya existen los libros electrónicos, ¿piensa que ocurrirá lo mismo con la prensa?
R. Estamos en una etapa cambiante, en la que son compatibles el periodismo clásico y la tecnología. La era multimedia se está imponiendo y con la crisis se demuestra. Ya no se compran tantos periódicos y la gente prefiere informarse en Internet. Algunos directores están pensando incluso en distribuir gratuitamente el papel y cobrar la visita a la web. Aunque incluso regalándolo, la gente no lee mucho.