Raquel Valdeolivas López. Fuenlabrada.- El seminario “Problemas y perspectivas del mundo actual” tuvo lugar en la Sala de grados del edificio departamental. Se trata de un espacio pequeño, en el que sentadas apenas caben cien personas. Los asistentes, antes de dar comienzo las ponencias, comentaban que, a diferencia de en el salón de actos que todo es más distante, en esta sala con forma de media luna, los actos son mas acogedores.
La gente, como de costumbre, esperaba en la puerta a que abriesen para entrar. De repente apareció el organizador de la conferencia, Matteo Re, con traje negro, corbata morada y el pelo suelto al viento, provocando algún suspiro que otro a su paso entre las féminas asistentes.
La bedel entraba y salía del aula, cerrando la puerta con llave tras ella, mientras el vestíbulo del departamental se había llenado de estudiantes, que poco a poco se iban acumulando para entrar a coger un buen sitio. Y por fin se entró en la Sala de grados, el profesor José Manuel Azcona, reconocido amigo del director de la conferencia, se sentó en primera fila y dieron comienzo las ponencias. Presentando en primer lugar al profesor de historia Luis Palacios, quien pidió al auditorio que a pesar de la hora, las 9:30 de la mañana, y el tema que se iba a tratar, los oyentes no cayeran en manos de Morfeo.
Los últimos rezagados comenzaron a llegar buscando alguna plaza vacía en la repleta sala. Cada vez que la puerta se abría, se daba paso a una nube de murmullos somnolientos entre las butacas. Luis Palacios se dirigió en un momento dado a dos chicas asistentes, “¡vosotras! que no me estáis haciendo ni caso, luego os voy a preguntar”, las aludidas guardaron los libros que estaban leyendo a la vez que se sonrojaron.
El orden de las ponencias sufrió una alteración y a continuación entró en escena el profesor de historia ya mencionado antes, José Manuel Azcona, quien rogó silencio a cambio de ser breve en su exposición. Realmente sí hubo silencio, pero acompañado de una lucha cuerpo a cuerpo contra el sueño de la mano de más de un asistente que aún tenía la marca de la almohada en la cara. Su colega, profesor de historia en la Universidad Rey Juan Carlos, José Luis Rodríguez, no corrió la misma suerte. Comenzó su sesión tras un breve descanso para el desayuno, durante la cual más de uno se durmió.
Finalizó las sesiones después de comer, el organizador de las mismas y responsable del departamento de italiano en la Universidad Rey Juan Carlos, Matteo Re, quien bromeó sobre que se había quedado solo y tenía que autopresentarse, dejando patente en la melodía al enlazar las palabras su lengua materna, el italiano. Su ponencia es la que más atención despertó a pesar de ser en la hora de la siesta y recibió multitud de preguntas, a diferencia del resto de oradores.
Esto derivó a un debate entre el profesor y el alumnado asistente, en el que salieron a relucir diferentes aspectos sobre el terrorismo. De este modo se demostró que realmente el auditorio había estado atento a las palabras de Matteo y en la cara de este apareció una sonrisa de satisfacción.
El Salón de grados fue abandonado por los alumnos que agradecían haber vencido su sueño a cambio de haber asistido a aquel debate.
Matteo estaba muy guapo, como de costumbre. Pero quiero decir que Matteo es algo mas que un simple profesor guapo, parece como si la gente se apuntara a italiano porque es guapo.
ResponderEliminarLo de la melena al viento queda un poco cursi!!!! Pero es que a este milanes le queda bien todo lo que se ponga