Raquel Valdeolivas López. Fuenlabrada.- En el hall de Gestión un gran revuelo de estudiantes indicaba que algo iba a tener lugar en el salón de actos. En la puerta de éste, dos mesas con tres listas en las que figuraban los asistentes admitidos a formar parte del seminario hispano-francés “El comunicador del futuro”. Alrededor de las mesas multitud de asistentes gritando, buscándose, pidiendo plazas de última hora y solicitando el papel para después tener derecho a recibir su diploma.

Entre tanto, la directora del seminario por parte de la Universidad Rey Juan Carlos, Clara Muela, ataviada con un traje negro y una camisa de leopardo a juego con sus zapatos, iba de un lado para otro recibiendo a los ponentes. En su rostro se vislumbraba el nerviosismo y la emoción por la buena acogida que estaba teniendo por parte de todo el alumnado las jornadas que ella había preparado junto a la representante de la Embajada francesa, Cécile Couillerot.

Diez minutos antes de dar comienzo, el bullicio en el salón de actos era enorme, los estudiantes hablaban animadamente, la sala estaba repleta, multitud de asistentes de pie, en sillas añadidas a última hora y sentados en el suelo.

Todo este ruido se convirtió en un silencio sepulcral cuando comenzaron a hablar los ponentes. Para empezar poniéndose ante los comunicadores del futuro, el embajador francés en España, Bruno Delaye, estaba situado en el centro de la mesa, domina el español a la perfección pero no ha perdido el gracioso acento francés al acentuar determinadas palabras.

Curiosamente, de vez en cuando las nuevas tecnologías hacen que los micrófonos de los ponentes se acoplen, es lo que tienen los comunicadores del futuro, que están en una nueva era, y ésta también tiene fallos.

A lo largo del discurso del embajador, los asistentes se acomodaron, al principio muy interesados, después algo cansados. Esta actitud tomó un giro absoluto cuando tras el descanso para el desayuno entró en escena el presidente de Coca-Cola para la Península Ibérica, Marcos de Quinto, quien paradójicamente bebió agua durante su ponencia, y bromeó con el catedrático Antonio J. Baladrón sobre este tema, se mostró agradecido en tono de humor con todos los asistentes que estaban bebiendo su producto, y dijo de éste que “esta bebida en España no se parece al Tío Sam, es totalmente Capitán Trueno”, lo que provocó una carcajada generalizada en el auditorio.

Para finalizar, el Ex director Creativo mundial de Leo Burnett y Presidente de Ignitionk, quién despertó el interés en toda la sala, habló de un “futuro oculto en el presente”.
Los agradecimientos finales de Clara Muela consiguieron la tremenda ovación de todos los oyentes complacidos con las ponencias.

Y de nuevo la locura de los estudiantes para conseguir su diploma de manos de las azafatas, rodeadas por estos gritándoles sus nombres, se mostraban agobiadas y estresadas ante tantas solicitudes. Los asistentes abandonaron la sala sonrientes y comentando su satisfacción tras escuchar el seminario.

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