Ángel Gil de Miguel, director del Centro de Cooperación y Voluntariado de la URJC "No es bueno dar publicidad al voluntariado, no debe masificarse"


Isabel Reol Martínez. Fuenlabrada- El Director del Centro de Cooperación y Voluntariado (CCV) de la Universidad Rey Juan Carlos, Ángel Gil de Miguel (1958), se doctoró en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) en 1986, su trayectoria vital ha estado muy ligada a la investigación, como por ejemplo sobre vacunación y farmacia, entre otras, con más de 52 proyectos en los que ha sido el investigador principal.


El CCV realiza labores humanitarias tanto fuera como dentro de España, uno de los proyectos es la colaboración en universidades latinoamericanas, Ángel Gil ha participado en estos programas como voluntario y dice que es una experiencia muy enriquecedora.

Pregunta. ¿Qué le llevo a tomar parte del CCV?
Respuesta. Desde que era estudiante tengo gran interés por los temas de cooperación para el desarrollo.

P. El CCV se encuentra en la facultad de medicina, ¿Por qué?
R. Los temas sanitarios siempre son una prioridad en los países en vías de desarrollo y, por lo tanto, es una pieza clave. Además, los estudiantes que toman parte en estos proyectos suelen ser los que cursan carreras de ciencias de la salud.

P. ¿Cuál es exactamente el trabajo que realizan en las universidades latinoamericanas los estudiantes que participan en los viajes?
R. No se centran en las universidades sino en proyectos que éstas tienen en áreas desfavorecidas. Y se trata de actividades tanto formativas como asistenciales.

P. ¿Son pocos los universitarios que se presentan para esos proyectos benéficos?
R. No, los universitarios son bastante solidarios, aunque cuando uno se ve involucrado en estos temas se da cuenta de que cada vez tiene que dedicarle más tiempo y no siempre se dispone de él, por lo que hay mucha participación en proyectos pero no siempre se les da la continuidad que necesitan.

P. Sólo había dos plazas para cada destino ¿No hay presupuesto para más?
R. Lo cierto es que se necesita una preparación previa muy importante, y la crisis ha afectado de una manera muy clara en estos proyectos.

P. ¿Dónde están más valoradas estas ayudas humanitarias, en España o en los países donde se percibe el amparo?
R. Los españoles lo vemos con una perspectiva de renacimiento social, pero en los países de aplicación de la ayuda se vive como una necesidad y la estimación es mucho mayor.

P. ¿Las universidades latinoamericanas se están implicando con estos programas?
R. Su visión es diferente. En el caso concreto de las universidades públicas lo que hacen es dar una respuesta a las poblaciones más necesitadas, forma parte de su compromiso social con la sociedad.

P. De todos los países donde actúan ¿Cuál diría usted qué es el más necesitado?
R. Los países africanos, pero requieren una mayor preparación y profesionalización de los voluntarios.

P. ¿Qué llamamiento haría a los estudiantes para que se animaran?
R. Que busquen la sensibilización en las aulas pero siempre a través de una relación directa. Aunque es muy difícil hacer publicidad de este tipo de actividades y no sería bueno darles demasiada. Es mejor que aquellos que estén interesados lo busquen y encuentren, este tipo de eventos no son ni deben ser mayoritarios ni masificarse.

P. ¿Tiene la asociación nuevos programas para los próximos cursos?
R. Sí, por lo pronto este año hemos comenzado con el master oficial de formación y gestión en medicina humanitaria y espero que sea un buen foco de formación de futuros voluntarios y cooperantes.

P. Este mes han vuelto los chicos que se fueron antes de verano, ¿Qué impresión han traído?
R. La impresión siempre es positiva, se considera que ha sido más lo que la experiencia nos aporta a nosotros que lo que nosotros hemos aportado realmente al proyecto.

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