“Los profesores investigamos lo que los directores de cine hacen después”

Luis Alonso, director en master sobre cine español en la Universidad Rey Juan Carlos

Lorena Ramos Gálvez. Fuenlabrada.- Luis Alonso (Madrid, 1961), lleva 16 años ejerciendo de profesional en cine español. Los últimos diez años de su carrera los ha dedicado a la docencia, dando clases en la Universidad Rey Juan Carlos donde en estos momentos sigue trabajando.

PREGUNTA. Cuénteme cuál es su trabajo en la universidad. ¿Cuál es su ocupación exactamente?

RESPUESTA. Soy profesor de la facultad de comunicación de aquí, la Universidad Rey Juan Carlos. Imparto asignaturas de Historia del cine entre otras.

Hace diez años que estoy en esta universidad y mi tema de especialización es curiosamente la parte menos conocida del cine, que es el cine primitivo, el cine de los orígenes y el pre-cine; aunque por obligaciones académicas he tenido que acabar dedicándome bastante a la historia del cine español.

Y ese es mi trabajo como docente e investigador.

P. ¿Qué opina del cine español en general como experto en el tema? ¿Está todo lo valorado que se merece?

R. En términos generales, el problema del cine español es lo siguiente: Una cosa es lo que se hace con él y otra cosa es lo que se habla de él.

En estos momentos igual que a lo largo de toda su historia, el problema del cine español es que no es un objeto comparable al cine norteamericano. El cine español es un género, porque todos los cines nacionales lo son.

El cine está definido por unas bases internacionales que lo definen como el relato visual y la gran película comercial y ahí solo han podido construirse dos o tres grandes industrias, las que todos conocemos; la del cine norteamericano, la india y en parte la oriental. Y el resto de las cinematografías nacionales están condenadas a ser marginales respecto a esa corriente principal.

P. Imagino que conocerá más o menos el gusto de los jóvenes con respecto al cine español. ¿Se ve más que antes? ¿Menos?

R. No es que se vea ni más ni menos. El cine español; la esencia del puro cine español ha cambiado desde hace unos años hasta ahora.

Sin ir más lejos, en una de mis clases hice una pregunta a un alumno la semana pasada. Le pedí que me dijera la primera película “buena” en su opinión que se le pasara por la imaginación. “El Orfanato” fue su contestación. Lo que quiero decir con esto es que desde mi punto de vista el cine que se hace ahora en España es un mero intento de reproducir e “imitar” en cierto modo al cine norteamericano.

Ningún joven universitario, o muy pocos, se ponen delante de la televisión a ver una buena película de los años cincuenta o sesenta. Ahí está la esencia del verdadero cine español.

P. Actualmente ejerce de profesor. ¿Ha trabajado en algún otro sitio relacionado más directamente con el cine?

R. No. Llevo dieciséis años en la docencia y estoy muy a gusto donde estoy. No me he planteado hacer nada más allá de esto.

En realidad esta profesión es mucho más importante a nivel moral, aunque también es cierto que está menos valorada que ser un director de cine de nombre.

Nosotros investigamos lo que ellos hacen después.

P. ¿Compagina su trabajo en Fuenlabrada con algún otro?

R. Pues si, también de profesor pero en este caso de cursos para mayores de 65 años.

Imparto clases en el Campus de Móstoles.

P. ¿Ha organizado o tiene en mente organizar algún tipo de evento relacionado con el cine en la Universidad Rey Juan Carlos?

R. De momento no hemos organizado nada, pero si que tenemos en mente unas jornadas sobre cine, que se celebrarán si todo sale bien, el próximo año en el salón de actos del campus de Fuenlabrada.

P. ¿Tiene alguna anécdota curiosa para contar que le haya ocurrido a lo largo de su carrera?

R. Anécdota ahora mismo no se me ocurre ninguna relevante. Lo que si puedo hacer es hacer una recomendación pública de una película española muy antigua.

Primero tienes que verla, y luego me comentas las repercusiones. No voy a contarte nada sobre el por qué te recomiendo esta película y a todos los que lean esta entrevista, por supuesto. Marcelino Pan y vino; es de los años 50. ¡Ya me contarás!