La 8ª promoción de alumnos de diplomatura de turismo de la Universidad Rey Juan Carlos se gradúa
Paloma Viudes. Fuenlabrada.- No era la entrega de los Premios Príncipe de Asturias, ni tampoco la entrega de los Premios Nobel, sin embargo, los 145 alumnos de turismo de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) que se graduaron ayer día 3 de diciembre, parecían estar en un escenario parecido. Entre trajes de chaqueta y vestidos de gala, esperaban impacientes ser nombrados diplomados.
La ceremonia comenzó a las 11.00 h en el salón de actos del campus de Fuenlabrada. La capacidad de la sala es de 300 plazas, por lo que la mayor parte los familiares y amigos de los graduados permanecieron de pie durante todo el acto.
En primer lugar se pronunció Pilar Talán Ballesteros, la representante oficial de los alumnos de turismo. En su discurso, hizo hincapié en que esa graduación era muy especial, porque además de coincidir con su patrono “San Francisco Javier”, sería la penúltima promoción de alumnos de licenciatura.
Posteriormente, Inmaculada Palencia, actual directora del hotel Meliá Fénix de Madrid (Plaza de Colón), quiso enviar un mensaje de apoyo a los diplomados y sobre todo a las alumnas. “Es posible llegar a ser directora de un hotel, solo hay que luchar por ello. Muchas veces somos nosotras las que nos infravaloramos. En Madrid hay 24 hoteles de cinco estrellas y sólo en cuatro las directoras son mujeres”.
Inmaculada recalcó que para llegar lejos es muy importante tener paciencia e ir pasando por los distintos departamentos. “Cuando yo comencé a trabajar en el departamento de recepción de un pequeño hotel le pedí a mi jefe que me cambiara al departamento de gestión y se quedó alucinado porque no sabía cómo se me había pasado por la cabeza sugerirle tal sandez. Decidí estar rondando de vez en cuando por esa zona aprovechando cuando se producían averías o en mis descansos .Y quién me iba a decir a mí que yo iba a llegar a tener mi actual puesto. Si yo puedo, vosotros también podéis”. Según sus declaraciones, ser directora de un hotel requiere trabajar prácticamente las 24 horas del día porque tiene que estar siempre presente en el hotel para controlar su correcto funcionamiento. Pero a ella se le pasa el tiempo muy rápido porque disfruta de su trabajo y del trato con el cliente.
A continuación, el coro de la Universidad Rey Juan, compuesto por profesores y alumnos aficionados, cantó el himno universitario de procedencia latina ,Gaudeamus Igitur (Alegrémonos pues).
La representante de alumnos de turismo, Hunan Rehón, quien también se graduaba, envió un mensaje de agradecimiento a la universidad por las facilidades ofrecidas, a los profesores por compartir con los alumnos su enseñanza, y a los compañeros y a las familias porque habían hecho posible que pudieran diplomarse.
Finalmente se dio paso a los premios de honor. El primero fue para Laura Arroyo de 22 años perteneciente al campus de Vicálvaro, con un 8,53 de nota media.
El segundo para Saúl Cobo de 23 años con un 8,50. “No hay que obsesionarse con el estudio, simplemente hay que disfrutar cuando se estudia. No me considero una rata de biblioteca” dijo el premiado. El tercer premio fue para Ana Ruth Alarcón de 21 años, estudiante del campus de Fuenlabrada, quien obtuvo un 8.39 de nota media. “He conseguido llegar aquí porque me gusta estudiar y me ha gustado mucho la carrera. Me quedó historia de los viajes en el primer curso y la recuperé en septiembre, y desde ese momento no volví a suspender ninguna asignatura” declaró la graduada.
Tanto Saúl como Ana quieren seguir estudiando porque ven muy difícil en estos momentos encontrar un trabajo seguro. Otros no tienen premios de honor pero tienen trabajo. Entre ellos, Sandra Palencia de 25 años. “Trabajo en Iberia desde los 22 años como azafata de tierra, mi contrato es eventual pero estoy muy contenta. He estudiado inglés desde que era pequeña”. Pedro Cobos de 24 años está trabajando actualmente en una agencia de viajes. “Más que de obtener buenas calificaciones, me he ocupado de moverme por el mundo y aprender idiomas”. Cristina Viudes de 24 años tras varias entrevistas y pruebas de idioma consiguió trabajo como informadora turística del ayuntamiento de Madrid. “Obtener la diplomatura es la primera de un sinfín de metas que nos quedan por delante. Los idiomas en este momento son fundamentales para encontrar un trabajo” enunció la entrevistada.
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