José Manuel Azcona, Profesor de la URJC “El enemigo máximo de un historiador profesional es el cine histórico y las novelas históricas”

Estefanía Rodríguez Vidal. Fuenlabrada.- José Manuel Azcona nació hace 47 años en Falces (Navarra). Vivió desde los seis en Bilbao y estudió y se doctoró en la Universidad de Deusto. Aunque todos en la Universidad Rey Juan Carlos lo conocen como el profesor de historia, muy pocos saben que fue presidente desde 1999 hasta 2004 de la importante sociedad bilbaína “El Sitio”. Ha escrito diversos libros sobre nacionalismo, historia y emigración vasca en Argentina.


Pregunta. José Manuel, ¿cómo fue su etapa como presidente en una sociedad tan significativa como “El Sitio”?
Respuesta. Fue una de las etapas más interesantes de mi vida. “El Sitio” es una sociedad liberal que nació en 1894 como oposición al intento de la toma carlista de Bilbao. A partir de los años 80 la sociedad reivindica en Bilbao valores como una nación llamada España, la lucha contra el terrorismo, la libertad, esos valores que para cualquier ciudadano español fuera del país vasco pueden ser normales. Yo me implique mucho.

P. Conocería a importantes personalidades, ¿qué figuras le impactaron más?
R. Conocí a mucha gente. El presidente del Gobierno era José María Aznar y la imagen que tenía de él era de una persona muy seria, pero la verdad es que nos trató con mucha amabilidad y nos recibió varias veces en La Moncloa. Era otra persona en las distancias cortas, más culto que la imagen que da. Con el rey he coincidido más veces, es una persona muy divertida. Recuerdo como me estrechó la mano, es muy cercano.

P. Se cumplen en estos días 20 años de la caída del muro de Berlín, ¿qué diría que supuso?
R. Todo. Desde el punto de vista técnico fue un hito, porque consistió romper una piedra, pero desde el punto de vista político lo fue todo, porque del año 61 al año 89 los ciudadanos de ambas vertientes no podían verse. Yo lo seguí muy intensamente. Me di cuenta de que el mundo que había conocido desde niño hasta mi primera madurez se desmoronaba, empezaba otra nueva era, en la que se presuponía que el mundo iba a deambular a la democracia de forma masiva y sin embargo hoy puedo afirmar que no ha sido del todo cierto, si en Europa, y no así en países como China.

P. Usted que vivió tanto tiempo en Euskadi, ¿confía que el cambio de Lehendakari va a ser próspero?
R. Totalmente, me parece que el cambio era deseable, porque entre otras razones desde la democracia no he conocido a otro gobierno que no fuese el PNV y al final, aunque sea solo para saber cómo se gobierna desde otra perspectiva, creo que va a ser bueno. Conozco a Patxi López, es muy valiente e interesante, creo que lo está haciendo bien.

P. Se ha cumplido un año de la elección como presidente de EE.UU de Barack Obama, ¿qué opinión tiene sobre él y qué opina de su revolución aún pendiente?
R. El personaje me parece interesante, pero creo que lleva un año hablando sin hacer nada. De hecho ha bajado 10 puntos de popularidad. Había muchas ganas de cambio, pero se han quedado en promesas. Le han dado un Premio Nobel a un discurso.

P. Como conocedor de otras situaciones de crisis a lo largo de la historia, ¿cómo ve la actual, que cree que ocurrirá y cuál es su propuesta para acabar con ella?
R. Como historiador y por lo que he vivido creo que, aunque es pésima, no es la peor, ya que la sociedad española está en su mejor momento, porque las clases medias son más clases medias que nunca. Aunque no soy catastrofista, esto no se puede mantener y mi tesis es que hasta el 2012 no saldremos. Creo que no se debería abusar del gasto público, pienso que hay que bajar los impuestos y ayudar a la creación de empresas, ya que son las generadoras de empleo.

P. Desde hace unos años triunfan en el mundo de la literatura las novelas históricas inspiradas en la masonería, las sociedades secretas, la religión… ¿qué opinión le merecen y cuál cree que es la clave de su éxito?
R. La novela histórica no me gusta porque no la escriben historiadores, meten leyendas falseadas en el 90% de las ocasiones. Triunfan porque dan al lector de poco criterio lo que quiere. El enemigo máximo de un historiador profesional es el cine histórico y las novelas históricas, porque las personas se quedan con eso y no lo que los historiadores cuentan.