Laura Durán Bayo. Fuenlabrada.- Una alumna de la Universidad Rey Juan Carlos de Fuenlabrada, Nerea Cuenca, licenciada en Comunicación Audiovisual, decidió continuar sus estudios realizando un Máster en Cine Español, pero a la vez deseaba poder compaginar esto con un trabajo para sus horas libres, por lo que solicitó un puesto en la misma universidad como técnico en los laboratorios de la facultad de Ciencias de la Comunicación, sin conocer en un principio las ventajas que le traería trabajar y estudiar en el mismo lugar.

Más tarde, según comenta la propia Nerea, “me informé de que el centro me podía facilitar ayudas económicas por ser miembro de la comunidad universitaria y además estudiar en ella.” Esto se conoce como “Acción social” y consiste, en el caso de Nerea, que al estar dentro del personal del centro de estudios, y por lo tanto recibir retribución económica mensual por su trabajo, se le puede conceder una ayuda que cubre una parte de la matrícula del Máster que está realizando, la parte correspondiente al total de los créditos que ha de conseguir para superar el curso. Éste es uno de los casos en los que acción social puede conceder ayudas, denominadas “Ayudas de Estudios para el Curso Académico”

Otro caso es el de otro alumno de la universidad, Ángel Dávila, que cursa actualmente una carrera y tiene un 33% de discapacidad concedida ya que solo puede ver por un ojo, y además es becario en la biblioteca del centro. Sin embargo según ha podido comprobar, los becarios no son considerados miembros de la comunidad universitaria, y por lo tanto no pueden optar a este tipo de ayudas, en este caso denominadas “Ayudas a Discapacitados”. Tampoco tiene miembros directos de su familia que sean personal de la universidad, que es la otra opción que se acepta para solicitar estas ayudas. Ángel no podrá contar con la ayuda de la universidad para estos casos.

Estos dos sucesos, narran algunos de los tipos de ayudas que se le pueden conceder a la gente que se encuentre dentro de la universidad, aunque hay algunas condiciones necesarias para que sea posible concederlas, como ser necesariamente miembro de la comunidad universitaria contratado por el centro, y recibir una retribución económica por su trabajo por este motivo, comenta José Manuel Fernández Vega, miembro de “acción social” los becarios no pueden solicitarla y también excluye a los conserjes, que son contratados por empresas externas.

Según informa Enrique Chaves Guzmán, jefe de servicio de Acción Social, en la página web de la universidad, hay diferentes tipos de ayudas que se pueden conceder en estos casos, desde los citados anteriormente; “Ayudas de Estudios para el Curso Académico” y “Ayudas a Discapacitados” hasta facilidades para los profesores que tienen hijos y pueden solicitar ayuda económica, o “ayuda para prestaciones asistenciales” que cubre los tratamientos necesarios para la salud del trabajador, con el fin , como comenta Chaves, de mejorar la calidad de vida y sus posibilidades dentro de la universidad.

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