La opinión de la comunidad universitaria sobre la intervención de la policía se divide en dos extremos.
Estrella Romero Durán. Fuenlabrada.- Fiestas, botellones, robos, consumiciones de drogas se realizan en los diferentes campus de las universidades. En estos últimos meses en el campus de Fuenlabrada de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) se está viendo más acentuado ¿es necesaria más seguridad?
Desde hace una semana se están tomando medidas en contra de los robos en la biblioteca de esta misma universidad. En la zona de los ordenadores antes había grandes grupos de alumnos hablando alrededor de una misma mesa sobre un trabajo, preparando un examen o descargando apuntes.
Ahora los directores de la biblioteca han prohibido estas aglomeraciones y solo podrá haber una persona en cada ordenador, “intentamos evitar que los ladrones se aprovechen de la cantidad de gente que hay para cometer el robo, también de esta forma lo tenemos todo más controlado” afirma una de las trabajadoras de la biblioteca.
Pero esto no es aceptado por los alumnos como dice Pablo Bueno, estudiante de 1º en Turismo, “no nos ponemos en grupos para robar obviamente, pero si necesitamos ordenadores para hacer un trabajo y solo disponemos de esos, no entiendo cual es el inconveniente en que haya dos o tres personas”.
Josefa, recepcionista de la biblioteca, fue una de las personas afectadas del robo de un ordenador personal mientras estaba en su lugar de trabajo, “estábamos preparando reservas, entraron en el mostrador y cuando me quise dar cuenta fue cuando eché en falta el portátil”.
Concretamente en la biblioteca de la universidad, existen varias cámaras de seguridad en todas las plantas del edificio. En el caso de Josefa, las grabaciones de esa tarde han sido enviadas a la policía y están a la espera de un juicio.
Pero no en todas las instalaciones de la universidad cuentan con esa misma vigilancia, según afirma Marga, encargada del material del laboratorio II, “para tener materiales tan caros como pueden ser las cámaras de video, de fotos o las grabadoras creo que hay poca vigilancia, sólo las cámaras de seguridad y cuando se pasa el vigilante”.
Sin embargo no sólo son robos los hechos que incluyen a los vigilantes, en diferentes ocasiones cuando se han organizado fiestas o botellones dentro del campus, han entrado en la universidad coches de policía para terminar la fiesta.
La opinión de los estudiantes de la URJC es reacia a la intervención de los cuerpos de seguridad, como cuenta Raquel Valdeolivas, estudiante de 2º de Periodismo: “la policía intimida a la gente, sobre todo a muchos que no saben que dentro del campus no tienen autoridad o al menos no la misma que fuera de él, vamos que no te pueden poner multa.
Pero pese a esto, no es agradable que mientas estás de fiesta aparezcan”. Y según afirma Antonio Moraleja, estudiante de 2º de periodismo, “Me parece un poco desproporcionado, porque las veces que hacemos botellón son supuestamente “legales” ya que el rectorado lo permite y que entre la policía corta todo el rollo la verdad”.
Como dice Antonio, las fiestas que se realicen dentro de la universidad deben ser autorizadas por el rector, como es el caso de la “Fiesta de Primavera”. Pero J. S, profesor de la URJC, comenta: “las veces que han venido los cuerpos de seguridad es porque no han sido legales esas fiestas, es decir, no han contado con el apoyo del rector”.
En este punto existen dos posiciones, unos que consideran que la Policía debe intervenir ocupando los campus universitarios para acabar con estas situaciones de robo, y otros que plantean que a estos territorios no puede ingresar la Fuerza Pública por el carácter de autonomía que tienen las universidades.
Pese a esto, lo que a la Universidad Rey Juan Carlos realmente le importa es que los estudiantes, profesorado y trabajadores se sientan seguros dentro del recinto sin miedo a robos o diferentes altercados y especialmente, pasar la mejor época de sus vidas.
0 comentarios:
Publicar un comentario