El porcentaje de alumnos votantes fue de un 8,8 %, hasta las 16:00 horas

Paloma Viudes Coloma. Fuenlabrada.- Bostezando. Así empezaron la mañana del día 26 de noviembre, los primeros madrugadores que iban entrando en el campus de Fuenlabrada, a un ritmo acelerado como consecuencia de la llovizna.

Eran las 08:15 cuando la bedel abrió el Aulario II. Al final del pasillo, cinco mesas solitarias esperaban ser ocupadas por profesores y alumnos que comenzaron a entrar progresivamente hasta pasados unos minutos. Un grupo de alumnas que se encargaría durante todo el día del proceso electoral, se dirigió a la máquina de café pero estaba estropeada.

Con peor cara que con la que entraron y rechistando se sentaron en la mesa para esperar a la persona que les explicaría su tarea. Las alumnas habían sido elegidas por sorteo y una de ellas maldecía su mala suerte en alto “Voy a perder todas mis clases y mi tiempo por 50 euros”.Posteriormente apareció la persona encargada de explicarles cuál sería su trabajo y cómo se iban a distribuir. Había cinco mesas, dos de ellas estaban destinadas a la votación de los alumnos. La tercera mesa se ocupaba del proceso de votación de profesores funcionarios.

La cuarta mesa llevaría a cabo el proceso de votación de profesores adscritos a la universidad. Y la última mesa se destinaría a recoger los votos de las personas pertenecientes al servicio de mantenimiento y limpieza.El pasillo no recibió apenas visitas hasta el primer descanso de las clases a las 10:30 cuando los alumnos se dirigieron a votar en masa.Poca era la gente que se metía en las cabinas a dar su voto secreto.

La mayoría de ellos eran profesores de la universidad.Sobre las 11:30, el cocinero llevó unas bandejas con sándwiches, unas pastas, café y refrescos para los trabajadores. Se fueron levantando haciendo turnos para no dejar las mesas solas.A mediodía aparecieron un grupo de alumnos de Comunicación Audiovisual y comenzaron a entrevistar a algunos estudiantes que habían votado.Mientras tanto, un técnico de la máquina de café soltaba improperios contra ésta al no encontrar dónde estaba la avería.En el aula 206, los alumnos estaban atendiendo en clase. En cuanto finalizó, a las 12:30 sólo uno de ellos se dirigió a votar. Los demás salieron del aulario como habitualmente y algunas de las alumnas fueron al baño. A los diez minutos empezó a venir un grupo considerable de alumnos, profesores y personal de servicios. Fue el momento de mayor conglomeración de gente votante.
Durante una hora y media el pasillo recibió visitas constantes. Sobre las 14:00, dos de cada mesa se fueron a comer. En una hora regresaron e hicieron relevo con los restantes.
Fue en ese momento cuando vino un gran grupo de personal de servicios de mantenimiento y personal de limpieza a votar.

A las 16:00, el pasillo estaba prácticamente vacío de votantes y un mar de papelitos blancos procedentes de los sobres de las votaciones inundaba el suelo, dejando constancia de que la gente había participado que era lo importante, independientemente del resultado de las votaciones.

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