Amanda Barquilla. Fuenlabrada.- Enric Saperas (Tarragona, 1958) es catedrático de Teorías de la Comunicación, licenciado y doctorado en Ciencias de la Información y en la actualidad profesor de la Universidad Rey Juan Carlos. La entrevista fue realizada en su despacho, en el que gran parte de la decoración son cuadros de personajes de la Warner Bross y Disney.


Pregunta. Usted es el coordinador del máster universitario en investigación aplicada a la comunicación, ¿cuál es exactamente su labor?
Respuesta. Son tres: la primera se trata de atender a los alumnos por correo electrónico o directamente en persona antes de la matrícula, ver si la documentación que presentan es la correcta, darles el visto bueno y entregar esta documentación al rectorado, la segunda es coordinar el profesorado y establecer horarios y la tercera coordinar, observa y resolver los problemas que puedan aparecer durante el curso.
P. Por lo general, ¿aparecen muchos problemas durante el curso?
R. No. Los problemas generalmente son de dos tipos: físicos, en cuanto al equipamiento, o cuestiones relacionadas con las quejas de los alumnos.
P. Ahora mismo con el plan Bolonia parece que ha aumentado la demanda de personas que quieren realizar másteres, ¿se ha notado la diferencia en cuanto al número de estudiantes?
R. Si hay un incremento pero por el precio. Yo creo que se va a trasformar relativamente poco. La gran diferencia es la oferta docente que tú das, no el número de los alumnos. Mi observación en general es que aquellos másteres que son generales o que son de facultad tienen un número muy elevado de alumnos pero no sé si es por la reforma o es porque es una nueva oferta. También depende de la temática, los que van a ser másteres oficiales profesionales van a tener mucha gente.
P. ¿Para usted cual es el número de alumnos apropiado para impartir un máster?
R. Un máster oficial puede tener 60 o 70 alumnos, uno de facultad puede tener 70 o 80, en el académico lo razonable serían 20.
P. ¿Qué aporta a los estudiantes realizar este máster?
R. Lo que se ofrece en este máster es un conocimiento no teórico sino un conocimiento de las técnicas cualitativas y cuantitativas. Además este máster está asociado a un laboratorio llamado Laboratorio de Investigación de la Imagen Televisiva y Electrónica (LIITE) donde tenemos todos los programas y software tanto cualitativos como cuantitativos y a una sala de focus group. Esto nos permite, a diferencia de la mayoría de centros, no solo explicar teóricamente las cosas sino enseñar métodos y técnicas, como por ejemplo, la planificación de sondeos o el muestreo.
P. ¿Cree que los alumnos con un máster tienen mayor facilidad a la hora de encontrar trabajo que un estudiante que solo tiene un título universitario?
R. Sin ninguna duda sí. Con el proyecto de Bolonia, el objetivo de toda la reforma, es que el grado ofrece un conocimiento genérico, bastante introductorio y común a todas las facultades y luego cada facultad ofrece másteres que van especializando y que de alguna manera acompañan al alumno en toda su carrera profesional, de tal manera que cuando uno cambia de trabajo o hay una nueva tecnología, tú acudes a la universidad y en un año te perfeccionas. Tiene más ventaja laboral en el sentido de que el mercado laboral va a buscar al profesional que tenga este tipo de másteres.
P. Por lo general un máster es bastante caro, ¿qué le diría a aquellas personas que dudan si cursarlo por este motivo?
R. En los últimos años ha habido una inflación de másteres privados muy poco interesantes, a precios totalmente absurdos, que se convirtieron en negocios. Lo que hace la reforma es crear másteres profesionales a precios muy económicos. No tiene comparación con los privados y están a un precio inferior a la media europea, equivaliendo a un curso de grado.
P. Imparten clases a estudiantes tanto españoles como extranjeros, ¿quiénes cree que están mejor preparados?
R. Depende del país y de las facultades. En los últimos años nuestro nivel ha ido descendiendo progresivamente de una forma alarmante, el alumno llega a tercer ciclo con un nivel medio-bajo y va descendiendo cada vez más.
P. Usted es profesor en esta universidad, en carreras como periodismo, ¿ha observado alguna diferencia entre el comportamiento de los estudiantes de grado y los estudiantes de máster?
R. Sí. Los alumnos de un máster generalmente trabajan, tienen más de 23 años, los conocimientos son muy específicos, se supone que si estás allí es porque te interesa el conjunto de enseñanza, mientras que en grado doy clases a alumnos que entran en la universidad con 18 años, en el primer semestre, que siempre es el más traumático.
P. El Grupo de Estudios Avanzados de Comunicación (Geac) se encarga de investigar diferentes ámbitos de la comunicación, para usted, ¿cuál es el más difícil?
R. Depende del interés, a mayor interés menor dificultad. Yo creo que lo más difícil es el estudio de la profesión periodística, estamos preocupados por observar el cambio provocado por el mundo digital.
P. ¿Cree que el cambio va a ser para bien o para mal?
R. El cambio nunca es para mal porque los tiempos van cambiando. El periodista es una garantía imprescindible para el proceso de la comunicación, no se puede prescindir de él, ya que, la inmediatez de Internet no tiene nada que ver con esto. Si se trata de anular este elemento profesional vamos muy mal.
P. El grupo Geac organiza y participa en varios cursos de postgrado ¿cuál es su opinión sobre estos cursos?
R. Son correctos pero en fase de cambio, surgen de la reforma de Bolonia y se establecieron como proceso de cambio hasta culminar en el posgrado de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) que va a empezar en septiembre.

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