La saturación en el comedor supone un problema para encontrar un sitio donde sentarse a la hora del almuerzo. Pese a las reformas, la situación no ha mejorado y los alumnos se preguntan por qué existe una zona inutilizada, pero nadie responde
Laura Terciado Alonso. Fuenlabrada.- Desde que se produjo un cambio en la gestión del servicio de restauración del campus de Fuenlabrada de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), se han producido una serie de reformas y modificaciones, aunque el personal y los servicios sigan siendo en gran parte los mismos. Entre ellas, está la ampliación del espacio del comedor, con la que supuestamente se podría albergar un mayor número de personas.
Pero lo que empezó siendo un cambio en la distribución ha acabado convirtiéndose en un asunto que preocupa a los estudiantes, pues les afecta directamente en el momento de encontrar dónde sentarse para comer.
Los cambios
Cuando los alumnos de la URJC volvieron de sus vacaciones el curso pasado, se encontraron con una sorpresa en el edificio de restauración. Con el cambio de empresa gestora del servicio de hostelería, que incluye también la cafetería, se llevaron a cabo una serie de modificaciones, entre las que se encontraba la reducción del vestíbulo para ampliar el comedor y colocar más mesas y sillas.
Este vestíbulo, que antes ocupaba el espacio comprendido desde la puerta de la cafetería hasta casi el principio del autoservicio, fue reducido a más de la mitad. Se eliminaron las puertas que daban paso al comedor, colocando unas nuevas a escasos metros de la cafetería y se colocaron más mesas en esa zona.
Un espacio inutilizado
Pero unos meses más tarde, sin previo aviso, esto cambió. El mobiliario del fondo del comedor desapareció de pronto, como por arte de magia, dejando un espacio vacío y al que no se puede acceder desde entonces.
No sólo los alumnos de la universidad hacen uso de las mesas y sillas de restauración, también algunos profesores y otros trabajadores del campus de Fuenlabrada comen allí. Esto hace aún más difícil encontrar sitio donde sentarse a comer y encontrar ese espacio vacío en el que podría haber muchas más mesas y podría comer mucha más gente no le hace gracia a la mayoría de los alumnos que acuden allí y no tienen dónde sentarse.
Los rumores
Entre los alumnos se escuchan todo tipo de opiniones al respecto. Pero también rumores. Se pueden oír teorías que van desde la supuesta intención de colocar otra barra de autoservicio hasta la de emplear esa zona como espacio reservado a los profesores. Pero ninguno de esos rumores es acertado. Según el encargado del servicio, Antonio, no es cierto que esté previsto usar esa parte vacía del comedor para otro fin que no sea el de que los alumnos la empleen para comer.
Según él, el problema es el mobiliario. Éste pertenece a la universidad y tiene que ser proporcionado por ella. Si ese espacio está vacío es por el simple hecho de que no se les facilitan más mesas y sillas. A las preguntas sobre dónde está ese mobiliario, por qué sigue permaneciendo vacío durante tanto tiempo y si está prevista alguna solución, nadie responde. Nadie se responsabiliza.
Laura Terciado Alonso. Fuenlabrada.- Desde que se produjo un cambio en la gestión del servicio de restauración del campus de Fuenlabrada de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), se han producido una serie de reformas y modificaciones, aunque el personal y los servicios sigan siendo en gran parte los mismos. Entre ellas, está la ampliación del espacio del comedor, con la que supuestamente se podría albergar un mayor número de personas.
Pero lo que empezó siendo un cambio en la distribución ha acabado convirtiéndose en un asunto que preocupa a los estudiantes, pues les afecta directamente en el momento de encontrar dónde sentarse para comer.
Los cambios
Cuando los alumnos de la URJC volvieron de sus vacaciones el curso pasado, se encontraron con una sorpresa en el edificio de restauración. Con el cambio de empresa gestora del servicio de hostelería, que incluye también la cafetería, se llevaron a cabo una serie de modificaciones, entre las que se encontraba la reducción del vestíbulo para ampliar el comedor y colocar más mesas y sillas.
Este vestíbulo, que antes ocupaba el espacio comprendido desde la puerta de la cafetería hasta casi el principio del autoservicio, fue reducido a más de la mitad. Se eliminaron las puertas que daban paso al comedor, colocando unas nuevas a escasos metros de la cafetería y se colocaron más mesas en esa zona.
Un espacio inutilizado
Pero unos meses más tarde, sin previo aviso, esto cambió. El mobiliario del fondo del comedor desapareció de pronto, como por arte de magia, dejando un espacio vacío y al que no se puede acceder desde entonces.
No sólo los alumnos de la universidad hacen uso de las mesas y sillas de restauración, también algunos profesores y otros trabajadores del campus de Fuenlabrada comen allí. Esto hace aún más difícil encontrar sitio donde sentarse a comer y encontrar ese espacio vacío en el que podría haber muchas más mesas y podría comer mucha más gente no le hace gracia a la mayoría de los alumnos que acuden allí y no tienen dónde sentarse.
Los rumores
Entre los alumnos se escuchan todo tipo de opiniones al respecto. Pero también rumores. Se pueden oír teorías que van desde la supuesta intención de colocar otra barra de autoservicio hasta la de emplear esa zona como espacio reservado a los profesores. Pero ninguno de esos rumores es acertado. Según el encargado del servicio, Antonio, no es cierto que esté previsto usar esa parte vacía del comedor para otro fin que no sea el de que los alumnos la empleen para comer.
Según él, el problema es el mobiliario. Éste pertenece a la universidad y tiene que ser proporcionado por ella. Si ese espacio está vacío es por el simple hecho de que no se les facilitan más mesas y sillas. A las preguntas sobre dónde está ese mobiliario, por qué sigue permaneciendo vacío durante tanto tiempo y si está prevista alguna solución, nadie responde. Nadie se responsabiliza.
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