Valle Martín del Campo López, Fuenlabrada.- La liga de fútbol 7 de la universidad Rey Juan Carlos es una de las actividades más demandadas por los alumnos. Si un equipo gana esta competición consigue créditos, pero los participantes no se guían por esto a la hora de inscribirse, principalmente lo hacen por diversión, ya que el fútbol es uno de los deportes predilectos en España.


Los partidos se realizan de lunes a viernes en los campos de fútbol del campus. Para poder hablar de cómo se preparan los equipos se coge como ejemplo al equipo Sara Goza C.F. de fútbol 7. Este equipo se prepara bien antes de un partido.
Puesto que sabe contra quien va a jugar, el equipo estudia a sus contrincantes, observa su manera de jugar y a raíz de ahí planea cuál va a ser su táctica para poder derrotarlos. También se preparan físicamente.

Antes de un partido los jugadores se juntan para hacer sus rituales, algo que hacen por diversión más que por superstición. Uno de ellos consiste en juntar las manos en el centro de un círculo y gritar el nombre de su equipo, acto seguido entre risas y bromas se disponen a comenzar el partido. El juego dura una hora en total y se compone de dos partes de 25 minutos cada una y un descanso de 10.

Durante el descanso el equipo valora cómo ha jugado en la primera mitad, si lo ha hecho bien los miembros se felicitan y si han hecho algo mal intentan solucionarlo pensando nuevas tácticas y planeando jugadas que puedan acabar en gol.

Al finalizar el partido, si el resultado ha sido favorable, los jugadores salen a celebrarlo yendo a un bar a tomar unas cañas con sus debidas tapas. Si por lo contrario han perdido, el equipo se adentra en un estado de tristeza y rabia pero qué rápidamente se soluciona cuando alguno de los componentes dice un comentario gracioso. Por lo general no le dan una gran importancia a una derrota porque están en la liga por diversión, como la mayoría de los equipos.

Además el hecho de perder un partido sirve al equipo para aprender de sus errores y estar más activos y fuertes la próxima vez.

A un partido no sólo acuden los jugadores, también se presentan aficionados que quieren animar a sus compañeros y que generalmente lo consiguen son sus gritos de ánimo.

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