Miguel Mirón Pérez. Fuenlabrada.- Era un poco más de las 11:20 de la mañana cuando se abrían las puertas del Salón de Actos en el campus de Fuenlabrada de la Universidad Rey Juan Carlos, donde un grupo de personas ya esperaban fuera. Dentro iba a tener lugar la “Conferencia de los Videojuegos como Metáfora”, o también llamado “Gamming the Systems”.

Cinco minutos más tarde y mientras la gente se va ubicando en el Salón de Actos, entra al recinto el ponente de dicha conferencia, Javier Candeira. Tan solo por su aspecto físico se notaba que la reunión iba a tener un toque cómico y para nada iba a ser aburrida. Parecía que acababa de recibir un calambre: pelo largo, rizado, negro y con unas pequeñas introducciones de canas. Camisa y chaqueta negra, unos vaqueros y posteriormente unas deportivas, sin calcetines. Todo ello acompañado de una perilla y unas gafas. Se podría decir que era típica imagen de freak, y aún más cuando el tema de la conferencia son los videojuegos.

A las 11.30, cuando tenía prevista empezar el coloquio, surgen unos problemas técnicos en donde no se consigue visualizar las diapositivas que tenía previstas poner. Después de varios intentos y de pedir ayuda se consiguió. A las 11.45 ya había empezado.

Después de enseñar, o mejor dicho promocionar su página web (www.barrapunto.com), explicó la famosa teoría de la ley y la trampa, en el cuál el que crea la ley sabe por donde puede infringirse dicha ley. Posteriormente, habló de un montón de teóricos en las que sus respectivas tesis parecían más chistes que tesis.

A las 12:25 añade: “vamos hablar de un tema de moda: las redes sociales”. El público, creyendo que soltaría un discurso paterno sobre los aspectos negativos de las redes sociales, se vio contrariado cuando empezó a citar las numerosas ventajas que tienen dichas redes; desde entretenerse hasta culturalizarse usando adecuadamente dichas redes. Todo ello acompañado por numerosas risas de los espectadores.

Toda la conferencia fue acompañada con numerosas fotografías estúpidas (pero graciosas) y con un montón de videos. Se pudo ver desde un retrete para hombres con una portería de fútbol en miniatura para apuntar, hasta unas escaleras-piano en las que cada escalón da una nota diferente.

Después llegó la ronda de preguntas, que acabo siendo una pregunta, debido a la timidez del público. A las 13:01 de la tarde finaliza la conferencia, los aplausos duraron poco menos de un minuto, algunas personas subieron a la tarima para saludarle. Y era cierto, para nada fue aburrida. A las 13:15 el salón de Actos quedó vacío.

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