Pedro González-Trevijano reelegido rector de la Universidad Rey Juan Carlos con el 68,98% del voto ponderado. El día antes de las elecciones el juzgado rechazó un recurso de David Ríos Insua y acusó al candidato de “mala fe y temeridad” además de “fraude procesal y abuso de derecho en su actuación”
Ángel Villacañas Sanz. Fuenlabrada.- A veces ocurre. En la universidad están, se supone, las mentes más privilegiadas, los hombres y mujeres más sabios, las personas más educadas y discretas. Y, también se supone, todos ellos conviven en un ambiente académico de sana colaboración, como caballeros. Pero a veces ocurre. Como en la vida, surgen también disputas, agrias, sin concesiones, cuando se lucha, como en esta ocasión, por el poder del rectorado de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC).
El Catedrático de Derecho Constitucional, Pedro González-Trevijano, ha sido reelegido Rector de la URJC al ganar las elecciones celebradas el día 26 de noviembre. Y ha ganado con autoridad, por mayoría absoluta, con el 68,98% de voto ponderado. Pero, hasta llegar a este momento, el camino electoral fue tortuoso y complicado. Y lo fue para todos.
González-Trevijano, tras su victoria, repetirá mandato por tercera vez consecutiva. Esta circunstancia, precisamente, fue la que motivó que su principal adversario, el Catedrático de Estadística e Investigación Operativa, David Ríos Insua, iniciara un conflicto administrativo y judicial que enredó el proceso electoral en una catarata de recursos, alegaciones, decisiones de la Junta Electoral Central y autos judiciales que, hasta ahora, le han dado la razón a González-Trevijano. El tercero en discordia, el Catedrático de Derecho Romano, Armando Torrent Ruiz, permaneció al margen.
Ríos Insua, hasta hace poco más de un año miembro del equipo de gobierno dirigido por el actual Rector, impugnó la proclamación de la candidatura de González-Trevijano al considerar que los estatutos de la URJC no permitían un tercer mandato. La Comunidad de Madrid, la Junta Electoral Central y, en última instancia, los juzgados competentes, dieron la razón a González-Trevijano. Poco después, Ríos Insua volvió a presentar un recurso, esta vez pidiendo la suspensión del voto anticipado. Por último, amenazó con impugnar la totalidad del proceso.
La campaña electoral pasó de puntillas, casi inadvertida para todos. Alguien dijo que se empleó tanto papel en recursos y acciones judiciales como en los programas electorales, y que se leyeron mucho más los primeros que los segundos. Los catedráticos, los profesores y los sindicatos, como reconocía Lucía Álvarez, de la sección sindical de UGT, apoyaban a González-Trevijano. Los estudiantes se ilusionaban con algunas propuestas de Ríos Insua, como la de crear residencias de alumnos en los campus y la de facilitarles un ordenador personal a cada uno.
Pero David Ríos Insua jugó muy fuerte, y perdió. El Juzgado nº 4 de lo Contencioso-Administrativo no le dio la razón y en un auto del 25 de noviembre de 2009, además de rechazar su recurso sobre la suspensión del voto anticipado, le obligó a abonar las costas del procedimiento por “mala fe y temeridad” y le impuso una multa de 300 euros al apreciar en el recurrente “fraude procesal y abuso de derecho en su actuación”. Un día antes de las elecciones, el auto era demoledor para los intereses de Ríos Insua.
El jueves, 26 de noviembre, amaneció pronto para los candidatos y para los miembros de las mesas electorales a quienes un sorteo “premió” con un día extra de democracia universitaria. En todos los campus de la URJC se iba a votar para decidir el Rector de los próximos cuatro años. A las 7,45 horas se presentaron en los lugares asignados para la constitución de las mesas. Las votaciones transcurrieron con normalidad durante todo el día, “sin incidentes que reseñar”, según la Junta Electoral Central.
Los resultados del escrutinio fueron inequívocos. González-Trevijano venció con un 68,98% del voto ponderado, triplicando los sufragios obtenidos por Ríos Insua, el 21,64%. La presencia de Torrent Ruiz, con el 3,21%, fue meramente testimonial. Los catedráticos, los profesores y el personal de administración y servicios votaron masivamente por González-Trevijano que también ganó en el sector de los alumnos, si bien con menor diferencia. La participación, muy estimable, llegó al 95% en el sector de personal, casi al 88% en catedráticos, al 70% en profesores y al 17% entre los alumnos.
Pedro González-Trevijano, en declaraciones a EFE, dijo que “los resultados son verdaderamente espectaculares” y que “ganar por un 70% era impensable”. Destacó la alta participación y que, “aunque sólo un 17% de los alumnos han pasado por las urnas, es uno de los más altos porcentajes que se ha dado en ese colectivo”. González-Trevijano tomará posesión el día 2 de diciembre y, previsiblemente, ese mismo día hará público el equipo de gobierno que dirigirá la URJC durante los próximos cuatro años.
A veces ocurre. En un mundo de caballeros como el universitario, como en la vida, también quedan heridas cuando se lucha, sin concesiones, por el poder. El vencedor tiende puentes y el perdedor, de momento, calla. Las heridas quedan. A veces ocurre.
Ángel Villacañas Sanz. Fuenlabrada.- A veces ocurre. En la universidad están, se supone, las mentes más privilegiadas, los hombres y mujeres más sabios, las personas más educadas y discretas. Y, también se supone, todos ellos conviven en un ambiente académico de sana colaboración, como caballeros. Pero a veces ocurre. Como en la vida, surgen también disputas, agrias, sin concesiones, cuando se lucha, como en esta ocasión, por el poder del rectorado de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC).
El Catedrático de Derecho Constitucional, Pedro González-Trevijano, ha sido reelegido Rector de la URJC al ganar las elecciones celebradas el día 26 de noviembre. Y ha ganado con autoridad, por mayoría absoluta, con el 68,98% de voto ponderado. Pero, hasta llegar a este momento, el camino electoral fue tortuoso y complicado. Y lo fue para todos.
González-Trevijano, tras su victoria, repetirá mandato por tercera vez consecutiva. Esta circunstancia, precisamente, fue la que motivó que su principal adversario, el Catedrático de Estadística e Investigación Operativa, David Ríos Insua, iniciara un conflicto administrativo y judicial que enredó el proceso electoral en una catarata de recursos, alegaciones, decisiones de la Junta Electoral Central y autos judiciales que, hasta ahora, le han dado la razón a González-Trevijano. El tercero en discordia, el Catedrático de Derecho Romano, Armando Torrent Ruiz, permaneció al margen.
Ríos Insua, hasta hace poco más de un año miembro del equipo de gobierno dirigido por el actual Rector, impugnó la proclamación de la candidatura de González-Trevijano al considerar que los estatutos de la URJC no permitían un tercer mandato. La Comunidad de Madrid, la Junta Electoral Central y, en última instancia, los juzgados competentes, dieron la razón a González-Trevijano. Poco después, Ríos Insua volvió a presentar un recurso, esta vez pidiendo la suspensión del voto anticipado. Por último, amenazó con impugnar la totalidad del proceso.
La campaña electoral pasó de puntillas, casi inadvertida para todos. Alguien dijo que se empleó tanto papel en recursos y acciones judiciales como en los programas electorales, y que se leyeron mucho más los primeros que los segundos. Los catedráticos, los profesores y los sindicatos, como reconocía Lucía Álvarez, de la sección sindical de UGT, apoyaban a González-Trevijano. Los estudiantes se ilusionaban con algunas propuestas de Ríos Insua, como la de crear residencias de alumnos en los campus y la de facilitarles un ordenador personal a cada uno.
Pero David Ríos Insua jugó muy fuerte, y perdió. El Juzgado nº 4 de lo Contencioso-Administrativo no le dio la razón y en un auto del 25 de noviembre de 2009, además de rechazar su recurso sobre la suspensión del voto anticipado, le obligó a abonar las costas del procedimiento por “mala fe y temeridad” y le impuso una multa de 300 euros al apreciar en el recurrente “fraude procesal y abuso de derecho en su actuación”. Un día antes de las elecciones, el auto era demoledor para los intereses de Ríos Insua.
El jueves, 26 de noviembre, amaneció pronto para los candidatos y para los miembros de las mesas electorales a quienes un sorteo “premió” con un día extra de democracia universitaria. En todos los campus de la URJC se iba a votar para decidir el Rector de los próximos cuatro años. A las 7,45 horas se presentaron en los lugares asignados para la constitución de las mesas. Las votaciones transcurrieron con normalidad durante todo el día, “sin incidentes que reseñar”, según la Junta Electoral Central.
Los resultados del escrutinio fueron inequívocos. González-Trevijano venció con un 68,98% del voto ponderado, triplicando los sufragios obtenidos por Ríos Insua, el 21,64%. La presencia de Torrent Ruiz, con el 3,21%, fue meramente testimonial. Los catedráticos, los profesores y el personal de administración y servicios votaron masivamente por González-Trevijano que también ganó en el sector de los alumnos, si bien con menor diferencia. La participación, muy estimable, llegó al 95% en el sector de personal, casi al 88% en catedráticos, al 70% en profesores y al 17% entre los alumnos.
Pedro González-Trevijano, en declaraciones a EFE, dijo que “los resultados son verdaderamente espectaculares” y que “ganar por un 70% era impensable”. Destacó la alta participación y que, “aunque sólo un 17% de los alumnos han pasado por las urnas, es uno de los más altos porcentajes que se ha dado en ese colectivo”. González-Trevijano tomará posesión el día 2 de diciembre y, previsiblemente, ese mismo día hará público el equipo de gobierno que dirigirá la URJC durante los próximos cuatro años.
A veces ocurre. En un mundo de caballeros como el universitario, como en la vida, también quedan heridas cuando se lucha, sin concesiones, por el poder. El vencedor tiende puentes y el perdedor, de momento, calla. Las heridas quedan. A veces ocurre.
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