Laura Neila García. Fuenlabrada.- La agrupación musical de la Tuna abre sus puertas para nuevos ingresos como todos los años por estas fechas, siendo ésta un punto de encuentro para todos aquellos universitarios apasionados por el romanticismo, la música y los viajes.


Esta tradición universitaria de carácter cultural mantiene las costumbres heredadas de los estudiantes españoles del siglo XIII. En sus comienzos estaba formada por aquellos alumnos que debido a su condición económica no podían costearse su estancia en la universidad, y trovaban por los mesones para conseguir algo de dinero y un plato de sopa con el que mantenerse, de ahí que se les conociese como sopistas.

Para los espectáculos iban equipados con guitarras y con bandurrias, y cantaban coplas populares, sirviéndose de esas habilidades para pretender a las mujeres.

Hoy en día son pocos los estudiantes que costean sus estudios por medio de la Tuna, pero por lo demás sigue manteniendo vivas todas las tradiciones que heredó: viste con trajes de la época, utiliza los mismos instrumentos musicales, ronda a las mujeres, viaja y todo ello a cambio de unos euros y diversión garantizada.

Debido a la importancia de las tradiciones estudiantiles y el interés por parte de la Universidad Rey Juan Carlos, se consiguió que el Vicerrectorado de Alumnos y el Vicerrectorado de Extensión Universitaria promovieran la creación de la Tuna. Tuvo su presentación oficial el 6 de julio de 2001, y desde entonces han sido muchas las actuaciones celebradas ante personalidades tan relevantes como el Papa Juan Pablo II, miembros de la Casa Real Española y diferentes Jefes de Estado, entre otras.

En la actualidad “la Tuna de la Universidad Rey Juan Carlos, está formada por estudiantes pertenecientes a todas las Facultades, y que tienen en común la afición musical, la predisposición para conocer gente nueva y, cómo no, vocación viajera para participar en los certámenes que se celebran tanto dentro como fuera de España”, según cita el apartado reservado a la cultura de la página Web de dicha universidad.

Francisco José Fuillerat, alumno de cuarto curso de Telecomunicaciones y tuno desde hace cinco años, vestido con los ropajes propios de esta tradición y con la cinta de veteranos sobre el pecho, informa sobre la existencia de 27 tunas en todo Madrid y nos dice que tan solo una de ellas es femenina y que pertenece a la Universidad Complutense de Madrid.

También habla de la época en la que nos encontramos, la de nuevos ingresos en la Tuna, animando a todos aquellos universitarios que quieran ser partícipes de esta organización. Recalca que “no es necesario saber cantar, ni tocar algún instrumento. Nosotros enseñaremos entre otras cosas a conseguir comer y beber gratis y a camelar a las mujeres”.

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