Una universidad de altos vuelos

Paloma Luque Redondo. Fuenlabrada.- El pasado jueves día 22 de octubre, tuvo lugar en el aulario tres de la Universidad Rey Juan Carlos de Fuenlabrada, una exposición de altos vuelos. El ponente de esta charla fue José Carlos Pozo, un instructor de vuelo deportivo de la escuela de vuelo ULM, este instructor aparte de piloto de vuelo deportivo, es piloto comercial.

La escuela de vuelo ULM Airtrike, está situada en Camarenilla, un pueblo de la provincia de Toledo, desde allí se imparten una serie de cursos de vuelo, guiados por José Carlos Pozo. Esta escuela de vuelo está ligada a la universidad, es decir, tiene ofertas especiales para la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), un curso de vuelo para una persona no perteneciente a la Universidad Rey Juan Carlos costaría 950 euros, dentro de este precio entraría: libro, material y 10 horas de vuelo, sin embargo, si la persona pertenece a la universidad Rey Juan Carlos el precio disminuye 100 euros.

Esta escuela permite que los jóvenes que deseen conseguir una licencia de vuelo, lo hagan de la manera más sencilla posible, es decir, para obtener la licencia ULM es necesario pasar un examen teórico de 80 preguntas, en el que es necesario aprobar un 75%, y un examen práctico en el que, como expuso el propio instructor, se trata de una serie de técnicas de vuelo de relativa facilidad guiadas por un instructor mandado por Aviación Civil.

Los cursos son impartidos por el propio José Carlos Pozo y consisten en 10 horas de vuelo con un Trike, un pequeño ultraligero que se controla por desplazamiento del centro de gravedad, es sencillamente un ala delta con motor.

Estos cursos permiten conseguir diversos tipos de licencias, como bien explicó José Carlos en su ponencia y cómo podemos encontrar en la página web de la escuela, los cursos permiten obtener una serie de licencias que dependiendo de la edad se renuevan cada dos o más años.

El vuelo en este tipo de ultraligeros resulta una experiencia fascinante, como sugirió el propio instructor, para él las vistas y la sensación es una de las cosas que más le ayudan a conseguir alumnos, ya que es lo que más llama la atención a los jóvenes pilotos, la posibilidad de volar a más de 1000 metros de altura en un ultraligero sin más protección que el cuerpo y la habilidad del piloto para manejarlo.