Los alumnos de segundo grado en periodismo tienen su primera experiencia como reporteros en la asignatura de Tecnologías Audiovisuales

Antonio Moraleja Martínez.Fuenlabrada.- El pasado miércoles, minutos antes de que el reloj marcara las cuatro de la tarde, varios alumnos de segundo de periodismo esperaban a su profesor de tecnología audiovisual, Raúl Areces, con el que habían quedado para poder grabar en horas de luz, ya que al dar clase en horario de siete a nueve no pueden disponer de esta luz natural.

El grupo compuesto por Pablo Recuenco, Adrián Sánchez y Raúl Muñoz llegó con unos minutos de retraso, pasadas ya las cuatro de la tarde. Ellos debían realizar un reportaje relacionado con el nuevo aulario III. Los alumnos, que venían corriendo desde la salida del metro conscientes de que llegaban un poco tarde, entraron algo sofocados en el laboratorio I para recoger el material necesario: cámara de video y su batería, trípode, micrófono, auriculares y la cinta con todo lo grabado por el grupo en días anteriores.

Antes de salir cargados con los aparatos necesarios para grabar, Raúl, como encargado del grupo, tuvo que subir al segundo piso del laboratorio I para que uno de los técnicos le firmara un permiso que concediera al grupo la autorización para grabar en el interior del aulario III.

Tras esto, Pablo con la cámara de video al hombro, Adrián cargado con el trípode y Raúl con los demás utensilios necesarios, salieron del laboratorio I para dirigirse hacia el aulario III. Cuando llegaron al lugar donde debían grabar ya eran cerca de las cuatro y cuarto, el tiempo era justo porque sólo tenían hasta las cinco para recopilar las imágenes necesarias para el reportaje.

Lo primero que hicieron tras montar el trípode y colocar la cámara fue grabar unos planos del interior del edificio: pasillos, aulas y algunos alumnos que estaban fuera de clase. Tras esto, sacaron el trípode y la cámara a la entrada del aulario, a la distancia perfecta para poder captar una panorámica de todo el edificio. Faltaba lo más importante y no había tiempo que perder, encontrar dos alumnos que pudieran concederles unos minutos para dar su opinión personal sobre el aulario, cuando salieron del aulario Unai Etxazarra y Manuel Camacho, dos compañeros de clase, que venían de realizar su correspondiente trabajo de audiovisual. Ellos fueron los elegidos para dar su opinión sobre el aulario.

Eran ya las cuatro y media cuando Raúl se situaba en cámara, Adrián se hacía cargo de los auriculares, para controlar el sonido y Pablo encuadraba el plano perfecto para comenzar a grabar. Raúl comenzó con una pequeña introducción, para situar al espectador en la noticia y el reportaje continuó con las dos opiniones de Manuel, en primer lugar y Unai después. Ambos se mostraron contentos con el nuevo aulario por sus instalaciones pero también fueron críticos en dos aspectos “estamos muy lejos de la cafetería” afirmó Manuel Camacho y “el agua sabe a hierro” fue una sorprendente declaración de Unai.

Una vez acabada la grabación, Adrián se dispuso a desmontar el trípode, mientras Raúl apuntaba algunos datos sobre luces, voces y planos para comentar con el profesor y Pablo se hacía cargo de la cámara, los tres intentaron darse la mayor prisa posible porque ya eran las cinco menos diez y debían devolver el material a las cinco en punto. En el trayecto de regreso del aulario III al laboratorio I, a través del césped de la universidad, el grupo de trabajo iba comentando algunos detalles que podían mejorar su reportaje entre algunas bromas.

Al llegar al laboratorio I, el profesor les estaba esperando, ellos le entregaron el material y le comentaron que habían conseguido grabar todo lo deseado, mientras el profesor les citaba para su horario de clase a las siete de la tarde, dónde ellos mismos serían testigos de lo que habían grabado para el que será su primer reportaje.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

He aprendido mucho leyéndote, gracias!!

Anónimo dijo...

Impresionante, yo si que he aprendido, tu cronica me ha ayudado a ser una persona ilustrada. La verdad es que esta de lujo. Te queremos antonio.

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