Paloma Luque. Fuenlabrada.- El club de buceo nació hace aproximadamente seis años. Desde entonces, un gran número de jóvenes estudiantes de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) se han unido a esta inusual actividad que nació como una idea egoísta por parte del propio fundador del club, Tomás Gómez, como él mismo declara: “No tenía compañero de buceo y buscaba gente con la que compartir la experiencia única de viajar y bucear”. Así se comenzó a forjar el club de buceo de la URJC.

De esta manera y con la ayuda del Centro de buceo Mojácar se realizan actividades, sobre todo cara a la temporada alta, es decir, a la temporada veraniega. Pero no solo se realizan actividades de buceo dentro de nuestras fronteras, sino que en ocasiones, eso sí puntuales, se hacen pequeñas escapadas a países donde el buceo es algo importante.

Según el propio fundador del club, Tomás Gómez, esta idea ha sido muy bien acogida por la comunidad universitaria, debido, entre otras cosas, a que el sector del buceo y todo lo que le rodea es un sector poco propenso al paro, por lo tanto puede considerarse una profesión con futuro profesional por lo menos a día de hoy.

Formar parte de este proyecto es relativamente sencillo, el propio Tomás Gómez nos da las pautas que debemos seguir para introducirnos en el mundo del buceo; “la universidad alquila una piscina y todo el que quiera, previo pago de una cantidad simbólica (5 euros), puede probar la experiencia de bucear en un entorno 100% controlado asistido por profesionales certificados y reconocidos. Estas jornadas siempre se completan y se queda gente sin poder probar la sensación de respirar bajo
el agua”. Las jornadas de iniciación han cambiado debido a la entrada del plan Bolonia. En el plan anterior, estas jornadas se realizaban una vez terminados los exámenes de febrero, pero con la entrada en vigor del plan Bolonia, se harán una serie de reestructuraciones en cuanto a las fechas.

El servicio de deportes de la universidad ofrece toda la información referida a este club. El propio director del servicio de deportes se refiere a esta inusual actividad, definiéndola como una “actividad profesional diferente con altos niveles de adrenalina y enormemente gratificante, además de ser una buena forma de recordar tu vida”. Así que, a partir de ahora, todos aquellos alumnos que deseen vivir emociones fuertes tienen un pequeño hueco dentro de la universidad Rey Juan Carlos.

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